En ocasiones regalamos o prestamos dispositivos con acceso a internet a los pequeños porque nos lo pidieron como regalo de cumpleaños, para mantenerlos entretenidos o bien para que estén actualizados y tengan “de que platicar con sus amigos”.
Sin embargo, los contenidos en internet (páginas, videos y juegos) y redes sociales (Facebook, Instagram, TikTok, YouTube.) pueden poner en peligro la integridad física, cognitiva y emocional de los menores.
Como padres o tutores debemos considerar la etapa de desarrollo se encuentra tu hijo(a). A medida que los(as) pequeños(as) maduran, adquieren estructuras cognoscitivas cada vez más complejas que les ayudan a adaptarse a sus ambientes.
Una estructura cognoscitiva o esquema es un patrón organizado de pensamiento o acción para afrontar o explicar algún aspecto de la realidad, por ejemplo: cuando son muy pequeños los reflejos, el balbuceo, aventar juguetes al piso, etc.
A cualquier edad, los niños y niñas dependen de sus estructuras cognoscitivas para entender el mundo y son diferentes con respecto a las edades, por lo que niños pequeños y grandes pueden interpretar y responder a los mismos objetos y acontecimientos en formas diferentes. Es por ello que el contenido que les mostremos (internet, videos en YouTube, apps) sean adecuadas a su etapa de desarrollo.
Del nacimiento a los 24 meses, los(as) pequeños(as) transitan por la etapa sensoriomotora, en ésta, las actividades que estimulan su desarrollo son las relacionadas con sensaciones corporales, movimiento, música, y lenguaje por parte de un adulto.
La meta de esta etapa es que los niños y niñas ejecuten coordinaciones sensoriomotoras complejas como: gatear, caminar, subir escalones, manipular juguetes, primeros trazos, pintar, permanencia del objeto e imitación.
De los 24 meses a los 7 años pasan a la etapa preoperacional, en este periodo, las actividades que estimulan un sano desarrollo son: la lectura de cuentos, imágenes, lenguaje, hábitos, rutinas, límites estructurados, socialización, el movimiento y el juego simbólico.
Debes considerar que en las primeras etapas son imprescindibles dos cosas: la interacción con un adulto (lenguaje) y el juego. Por lo que hay que promover el movimiento, interacción y la manipulación de diferentes texturas.
A partir de los 7 años inicia la etapa de operaciones concretas, en la cual los niños y niñas pueden descifrar cosas que antes no entendían, y tienen la posibilidad de solucionar problemas a través del lenguaje. Su pensamiento se vuelve más complejo adquiriendo las siguientes habilidades: clasificación, seriación, conservación, descentramiento, transitividad. Ésta etapa coincide con la educación primaria en donde los pequeños aprenden a leer, sumar, restar, multiplicar, el método científico, solución de problemas, etc.
Aquí podemos introducir el juego con apps y páginas web que le ayuden a comprender conceptos numéricos, geométricos y de lecto escritura. Ya puede pasar tiempo mirando YouTube (con supervisión), e incluso puede empezar a jugar video juegos.
A los 11 años, inicia la etapa de operaciones formales que coincide con el inicio de la adolescencia y la inserción al mundo adulto, los jóvenes adquieren la capacidad de pensar de forma abstracta, solo manipulando ideas en su mente, sin depender de la manipulación concreta del objeto. Su pensamiento es hipotético, deductivo y abstracto y pueden diferenciar entre la realidad y ficción.
A partir de esta edad podemos promover el uso de dispositivos para comunicarse con otras personas (amigos o familia) con supervisión. Quizá pueda empezar a participar en juegos en línea interactuando con otros jugadores. Será un momento ideal para leer las políticas y lineamientos de las redes sociales con ellos(as).
Puede interactuar con YouTube con más libertad y hacer búsquedas en internet y a partir de los 13 años podemos negociar la posibilidad de abrir un perfil en alguna red social.
Algo muy importante mami, papi; antes de permitir que los adolescentes interactúen con otros en internet deberían:
- Tener un buen autoconcepto.
- Autoestima fortalecida.
- Identificar y reconocer los sentimientos en los demás.
- Identificar los valores de respeto, honestidad, verdad y justicia.
- Tener buena comunicación con sus padres y/o tutores.
- Tener una vida social satisfactoria.
- Identificar sus talentos.
