¿AMOR A MI?
EL AUTOESTIMA
Seguramente has escuchado esta palabra cuando se habla del desarrollo de los niños y las niñas, pero ¿Qué es la autoestima?, ¿Para qué sirve? o ¿A qué nos referimos cuando decimos que se tiene baja o alta autoestima?
Para comenzar, es importante definir otra palabra que suele confundirse con el autoestima, el autoconcepto, este se refiere a la imagen que tenemos de nosotros mismos, tomando en cuenta nuestro aspecto físico al igual que nuestra personalidad, carácter, forma de sentir, la relación que tenemos con los demás, nuestras habilidades y limitaciones.
Cuando nuestro autoconcepto está definido, emerge la autoestima, que es la valoración basada en la percepción que tenemos de nosotros mismos, esta evaluación puede ser positiva, negativa o intermedia, es variable y se modifica con las experiencias y relaciones sociales que tenemos a lo largo de nuestra vida.
La autoestima consiste en la confianza de afrontar los desafíos de la vida, en identificar nuestro derecho a ser felices, sentirnos dignos de merecer, de manifestar nuestras necesidades y gozar nuestros esfuerzos (Branden, 1993)
Varios autores abordan la autoestima desde diferentes dimensiones, en este artículo hablaremos de las dimensiones física, afectiva, social y académica propuestas por Haeussler y Milic (2014):
- Dimensión Física: hace referencia a nuestro aspecto y a nuestras habilidades físicas, aquellos que vemos en el espejo y si nos consideramos rápidos, fuertes, flexibles, débiles, etc.
- Dimensión Afectiva: es la autopercepción de las características de nuestra personalidad por ejemplo sentirse cariñoso, simpático, introvertido, inquieto, etc.
- Dimensión social: sentimiento de sentirse aceptado o rechazado por los grupos con los que convivimos, incluyendo la capacidad de hacer amigos, solucionar conflictos, enfrentar retos.
- Dimensión académica: autopercepción que se tiene en el ámbito escolar, valoración de la capacidad y rendimiento en situaciones escolares.
Por ende la autoestima es un elemento básico en la formación integral de todo ser humano para su vida personal, profesional y social. La importancia de la autoestima radica en el total bienestar de la persona, si contamos con una buena autoestima se obtendrá la confianza y la calma para enfrentarse a los retos y disfrutar de la vida.
La autoestima se adquiere como resultado de las experiencias y relaciones sociales a lo largo de la vida y tiene su origen durante los tres o cuatro primeros años de vida, a partir de los mensajes que los padres mandan a su hijos, con ellos los niños forman el autoconcepto, y al estilo de crianza de los padres, si un niño se siente aceptado totalmente por su familia, le permitirá desarrollar sentimientos de aceptación, aprecio, valor personal y seguridad.
Una forma de potenciar la autoestima es favoreciendo el autoconocimiento de nuestra forma de ser, sentir y pensar, saber cuáles son nuestras necesidades, lo que nos agrada o desagrada, nuestros talentos o habilidades así como nuestras limitaciones o carencias.
A nivel general, podemos decir que la baja autoestima se relaciona con la ansiedad, inseguridad, poca estabilidad emocional que limita ciertas áreas del desarrollo. Al sentir esa limitación, los niños pueden dudar constantemente acerca de su valor personal o de no ser suficientemente buenos para tomar alguna decisión, realizar una actividad, pertenecer a un grupo o de no agradar a las persona a su alrededor.
Por el contrario, contar con una autoestima alta se traduce en confianza y convicción de que se puede enfrentar cualquier desafío o reto, la libertad de expresar sin temor sus sentimientos, pensamientos o decisiones, buscar creativamente y con asertividad la solución a problemas o conflictos.
Espero que esté breve artículo haya despertado el interés que como padres tenemos en educar niños sanos y felices.
No olvides dejarme tus comentarios, dudas o preguntas, será un placer ayudarte.
Para saber más:
- “Educar en la autoestima”. Ma. José Quiles y José Pedro Espada (2004). Editorial CCS
- “Mapa para educar niños felices”. Susanna Isern (2021). Editorial Vergara
- “¿Cómo mejorar su autoestima?”. Nathaniel Branden (2016). Editorial Paidos México
- Milicic, N. (2015). Desarrollar la autoestima de nuestros hijos: tarea familia imprescindible. Ficha VALORAS actualizada de la 1ª Edición año 2003. Disponible en Centro Recursos Valoras, http://www.valoras.uc.cl/
Usted mismo, tanto como cualquier otro en el universo entero, merece su amor y afecto.
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Autoestima psicología
De manera tal, que se debe tener en cuenta que la formación de la psicología de la autoestima
depende de distintos aspectos como el social-familiar y biológico. El niño
constantemente explora el mundo que lo envuelve, se manifiesta y se expone ante
los demás, aprende de cualquier acontecimiento y se beneficia a cada momento;
el adulto es la persona que le transmite seguridad, la estabilidad, los elementos y
las situaciones que favorecen su desarrollo integral, su creatividad y su adaptación
del mundo exterior, por esta razón es vital reforzar cotidianamente el vínculo
afectivo padre-hijo.
Autoestima y psicología Ciudad de México
Por consiguiente, para que el niño inicie a conocerse a sí mismo, lo primero que
debe hacer es reconocerse como una persona diferente a las demás y es a partir
del desarrollo de la autoestima y la autonomía que lo puede lograr. El desarrollo
de la autonomía es un punto primordial en la educación de un niño. Para esto, es
indispensable conocer cuáles son los aspectos que surgen en los niños con una
alta o baja autoestima, con el propósito de poder reconocer e identificar como
están los niños y poder desarrollar estrategias para consolidar en ellos la
confianza, la creatividad, la autonomía y la responsabilidad, cualidades que
conllevan a alcanzar una buena autoestima.
La psicología de la autoestima
Hay que conocer al niño, un niño autónomo es aquel que es capaz de realizar por
sí mismo aquellas tareas y actividades propias de los niños de su edad y de su
entorno socio cultural.
Los niños que tienen consigo una alta autoestima son autónomos, solidarios,
optimistas, creativos, se esfuerzan, buscan solución a los problemas, son
competentes, piden ayuda, seguros, tienen iniciativa, reconocen sus errores.
Los niños con baja autoestima son tímidos, poco creativos, desconfían de sí
mismos y de los demás, son indecisos, perezosos, sufren de complejos de
culpabilidad, miedos, engañan, mienten, culpan a los demás…
La psicología de la autoestima
El problema básico de la autoestima, es la comparación entre lo se cree que son y
lo que piensan que deberían ser. A lo largo de la infancia o de la vida en general,
se tiende a crear una imagen, exagerada e idealizada que sirve como punto de
comparación con lo que se es ó creemos que somos. Mientras mayor la distancia
entre estas dos imágenes, más baja es la autoestima de las personas.
