Seguramente has escuchado hablar de la empatía, ¿sabes qué significa? ¿para qué sirve? ¿por qué debemos enseñar a los niños sobre la empatía?
La empatía es una habilidad que nos ayuda a construir relaciones personales sanas y enriquecedoras, ya que nos permite reconocer y validar las emociones, ideas, creencias y necesidades de otros. Con la empatía se nutren los valores de solidaridad y compasión. Nos hace actuar asumiendo responsabilidades y compromisos para generar en los otros bienestar.
Cuando un niño es empático, puede conectarse con las demandas y emociones del medio social, asumir riesgos, ser creativo y emprender proyectos que no respondan solamente a sus propias necesidades, sino también a las de los demás y a las de su contexto social más amplio.
¿Cómo ayudo a mi hijo(a) a ser empático(a)?
En artículos anteriores hemos hablado de la educación emocional y que ésta implica el desarrollo de un conjunto de habilidades, la empatía es una de ellas.
Para ser empáticos es necesario identificar lo que la otra persona siente o piensa, y adaptar nuestras conductas de una manera adecuada a las circunstancias (conciencia y regulación emocional), ya sea para ayudarle, darle consuelo o acompañarle.
Para entrenar la empatía (recuerda que es una habilidad) debemos generar un entorno basado en la confianza; modelarla cada vez que se presente una oportunidad, por ejemplo: ayudando a personas necesitadas, cuidando a una mascota, expresar compasión y ternura hacia otros, etc.
A continuación, te sugiero algunas actividades sencillas para cultivar la empatía:
-
Las historias, cuentos, leyendas y fábulas: A través de la imaginación los niños y niñas pueden formar parte de otros estilos de vida, creencias, ideas e incluso épocas.
-
Juega con tus peques: El juego y el aprendizaje están íntimamente vinculados, las habilidades que se desarrollan a partir del juego contribuyen a que los niños aprendan a resolver conflictos y respetar ideas de otros. También, a través del juego de roles pueden cuidar y proteger a otros, por ejemplo, cuando juegan al doctor, cuidar bebés o la escuelita.
-
Practica el ejercicio “Y si tú…”: Ejercicio de situarse mentalmente en circunstancias de vida distintas y de recrear de diversas maneras lo que pudo ser o lo que representa una determinada situación humana, es una forma de adquirir perspectiva y sentimientos de empatía ante realidades a las que es imposible acceder de manera directa.
-
Experiencias de apreciación y creación artística: Las actividades artísticas como la literatura o la pintura son una manera de poner en contacto a los niños con sentimientos, situaciones y experiencias de personajes que representan toda la diversidad de la condición humana. El cine es otra gran oportunidad formativa. El teatro, la plástica, la danza o la música son también espacios privilegiados para la expresión socioemocional y el encuentro con otros.
La empatía ayudará a tu pequeño a ser mejor amigo, estudiante, compañero, y ciudadano. Identificará la injusticias y defenderá sus derechos y los de los demás.
Será más fuerte ante situaciones relacionadas con el acoso escolar, violencia e indiferencia.
Y tú, ¿Cómo demuestras empatía en el día a día?